sábado, 8 de octubre de 2011

Capítulo VIII

Narra Doug:


Salí del portal todavía sin saber muy bien lo que había pasado ese día. Tenía miedo a volver a sentir eso que algún día acabó, por llamarlo así, conmigo durante una temporada… No quería volver a pasar por eso, nunca más. Llamé a Tom para ver si ya estaba en casa. Tenía que hablar con él antes que con ninguno de los demás. 


- Ei Tom, ¿dónde andas?
- Pues… ahora mismo estoy poniendo la comida a Marvin, ¿y tú?
- Em.. De camino a casa. Ahora mismo llego. Tengo que hablar contigo.
- Vale, aquí te espero.

Colgué y comencé a caminar hacia casa de Tom. Sabía que iba a estar Giovanna pero también me apetecía que ella me escuchase. Ella me había apoyado demasiado desde el principio de McFly, tenía que saber esto la primera. Durante el camino unas cuantas fans me pararon para que las firmara un autógrafo o cualquier objeto que tuviesen a mano, además de echarse una foto conmigo. 

Durante el camino estuve pensando en lo que sentía. Cantia me hacía olvidarme de todos los problemas. Sólo existíamos nosotros cuando estábamos juntos. Con cada sonrisa, mirada… con cada escalofrío que recorría su cuerpo mi felicidad se despertaba cada vez más después de haber pasado tanto tiempo escondida. Ese sentimiento sabía perfectamente lo que significaba pero me daba miedo reconocerlo, lo admito. Sé que por pequeño que fuese ahora, sería el principio de algo por lo que me levantaría cada día con una sonrisa al recordarla a ella. También temía a que ella no sintiese nada por mí… que solo me viese, no solo como ídolo, sino también como un amigo. 

Llegué a casa de Tom y abrí la puerta. En seguida tuve a Aurora ronroneando por mis piernas. Lo de esa gata conmigo era… ella y yo lo sabemos ;) 


- Doug, ¿eres tú?
- Sí Gi, tranquila.- Dije riendo.


A los pocos segundos llego Marvin y me saludó con su típico maullido de todos los días. Dejé la chaqueta en el muebles de la entrada y cogí a Aurora y a Marvin en brazos. Llegué al salón y pude ver como Leia estaba tumbada en uno de los cojines del sofá durmiendo. Dejé a los dos gatos al lado de ella y fui hasta la cocina donde estaban Gio y Tom preparando la cena.


- ¡Dougie!.- Dijo Giovanna con su sonrisa.
- Shh… Antes de nada quiero felicitaros por vuestro compromiso.


  Me dirigí donde ella estaba y la di un pequeño abrazo, después fui donde Tom e hice lo mismo.


- Gracias tío.- Dijo Tom con una sonrisa.
- Me alegro muchísimo de verdad, ya era hora Tom jo… digo jopé.
- Ya te iba a decir yo.- Dijo Tom con una mirada asesina.
- De verdad Tom…- Dijo Gi riéndose.- Muchas gracias cariño. Esta noche cenaremos nosotros solos pero mañana ya hemos quedado con Harry, Izzy, Danny y Geo para cenar, ¿vienes, no?
- Por supuesto.- Dije con una sonrisa.- Tenía que hablaros sobre un tema…
- Sí, por supuesto.- Dijeron Tom y Gi a la vez.
- La cena ya está lista.- Dijo Giovanna.- Id a poner la mesa mientras sirvo los platos vagos.- Dijo riéndose.
- Sí mamá.


El ex-gordito y yo fuimos poniendo la mesa.


- Doug, ¿de qué quieres hablar?.- Dijo interesado.
- Es sobre alguien…
- Sorpréndeme.- Dijo con una sonrisa.
- Vale, es sobre una chica que conocí ayer… ya os lo explicaré durante la cena.
- Vaaalee.- Dijo Tom rendido.


Gio llegó con los platos y la ayudé a colocarlos. Comenzamos a cenar y Tom rompió el hielo. Que rápido era cuando quería…


- Bueno Doug, ¿qué querías contarnos?.- Acabó esa frase y sonrió.
- Gracias Tom.- Dije con una mirada asesina.- Pues a ver, quería deciros que ayer conocí a una chica de una manera especial…
- OMG!!
- Tom calla, deja que se explique. Aquí no habla nadie hasta que Doug acabe.

Tom la miró poniendo pucheritos y Gio le sonrió y se dieron un pequeño beso.


Les conté toda la historia, desde el gracioso encuentro en el supermercado hasta lo ocurrido este día. Giovanna y Tom escuchaban atentos y Gio añadía a toda esa mirada una sonrisa que yo ya conocía…


- Si… entiendo…- añadió Tom.
- Ains.- Dijo Giovanna sonriendo.- ¿Y cómo es ella?
- Pues a ver… Tom, si te digo que es Española te haces una idea , ¿no?
- Sí, pero explícate.
- Em…


Comencé a ponerme nervioso y sin quererlo una sonrisa apareció en mi cara… Doug, eres idiota.


- Dougie, empieza que no te vamos a comer.- Dijo Gi riéndose.
- Ya, si ya lo sé… Pues es un poco más baja que yo. Tiene el pelo largo negro con pequeñas ondas, unos ojos marrón miel…
- Si Doug, que te encanta y que es perfecta, ¿no?.- Dijo Tom interrumpiendo y riendo.
- Ja ja já, que gracia…
- Ajá, ¿y cómo es moralmente? ¿sus gustos?
- Es divertida, alegre, atenta y no sé, no he podido descubrir más facetas suyas… Sus gustos, pues le encanta la música. Toca el piano y la guitarra y compone pequeñas canciones que, por cierto, esta tarde me toco una  y es alucinante como canta y toca con el sentimiento de cada canción… ¿Más?


Tom y Giovanna asintieron con la cabeza.


- Vale… está licenciada en piano y canto. Tiene veinte años. Estudia aquí en la universidad. Le gustaría ser policía científica. Le gustan los reptiles y los nuevos sabores. Sí, le enseñé nuestras deliciosas recetas Tom. Y tú, Danny, Harry y yo somos sus ídolos desde la primera vez que oyó hablar de nosotros en España.
- Doug, ya sabes lo que hay, ¿verdad?.- Preguntó Tom.- Me refiero a que sabes lo que te está pasando… ¿o me equivoco?
- Tengo miedo a reconocerlo. No quiero volver a pasarlo mal y me gustaría saber vuestra opinión antes que la de los demás…
- No te voy a decir lo típico de ‘pues ella solo te va a querer por ser tú’ Dougie, tienes que ser tú el que se de cuenta de en realidad lo que siente ella y por quién.- Dijo Giovanna cogiéndome la mano.
- Yo opino lo mismo Dougie. Solo te pido que por favor, con calma, y que ya sabes que nos tendrás a nosotros para todo lo que necesites.- Añadió Tom sonriente.
- Muchas gracias de verdad, gracias por todo lo que habéis hecho por mí.
- Dougie, no hace falta que nos las des. Lo hacemos porque te queremos y nos importa tu felicidad. Todos queremos volver a ver a ese Dougie sonriente, despreocupado, ya sabes, a nuestro Dougie.


Giovanna siempre me iba a apoyar, siempre. Nunca sabré como la agradeceré todo lo que había hecho por mí; me levanté y les di una abrazo a cada uno. Mañana se lo contaría a los demás.


- Bueno, ¿y qué queréis hacer esta noche?.- Preguntó Tom.
- Puff… pues creo que tendríamos que ir mirando lo de los invitados, ir quedando para ver fechas para la boda, restaurante y demás.
- Es verdad…
- Dougie, ¿ayudas a Tom a ir apuntando los invitados?.- Pregunto Gio mientras se levantaba y recogía la mesa.
- Por supuesto pero deja que te ayude a recoger los platos.- Dije levantándome.
- No, no hace falta. Cuanto antes empecéis, antes acabáis. Además, yo después me conectaré un poco a ir mirando horarios de restaurantes y eso, ya sabéis.


Tom y yo nos sentamos en el sofá con un par de cervezas cada uno y le ayudé a escribir lo de los invitados… más que ayudar el pensaba en alto y yo en ocasiones decía sí o no. Estuve viendo la televisión junto a los gatos la mayor parte del tiempo que estuvimos allí. Al acabar dejé a Tom y Giovanna en el salón y subí a coger una de las guitarras para ir a mi habitación. Miré el reloj. Las once menos cinco. Me cambié y me puse el pantalón del pijama. Pillé la guitarra de encima de la cama y cogí el móvil y la escribí un mensaje. No era muy tarde, estaría despierta.


                                                       **

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